Los desprendimientos de placas de una fachada pueden deberse a cualquiera de las razones comentadas ya en apartados anteriores, como exceso de humedad o roturas por causas de distinta naturaleza.
Desprendimientos por fallo de adherencia
Los fallos de adherencia entre la placa y el material de agarre pueden darse por distintas causas, como pueden ser la incorrecta dosificación de este último, la inadecuación del material de agarre al tipo de piedra seleccionada o la elección de una solución constructiva incorrecta.
En este sentido cabe señalar que la porosidad de la piedra juega un papel importante a la hora de adherirla, ya que las piedras de baja porosidad será necesario fijarlas con adhesivos químicos (nunca con mortero de cemento) para asegurar la unión química de la placa al soporte.
Además, para alturas superiores a una planta, se deben disponer anclajes o varillas de retención, minimizando así el riesgo de caída de placas.
También será necesario preparar el soporte antes de la fijación de las placas, teniendo en cuenta la absorción de éste, que debe ser no mayor del 6%, sobre todo en caso de fijar las placas con adhesivos.
Asimismo, antes de la fijación de las placas de piedra conviene esperar al menos un mes si se trata de un soporte de ladrillo, o de 2 meses si el soporte es bloque de hormigón. En todo caso, el grado de humedad del soporte puede controlarse in situ con un higrómetro de contacto.
Desprendimientos por deformaciones, combado o abombamiento
En algunos tipo de mármol se pueden producir fenómenos de descohesión granular debidos a la anisotropía térmica que presentar los cristales de calcita. Esto se traduce en un combado o abombamiento de las placas por perdida de resistencia, sobre todo cuando se usan grandes formatos de placa.
Esta patología se puede prevenir, evaluando el resultado de un ensayo realizado por la norma UNE EN 16306. Determinación de la resistencia del mármol a los ciclos térmicos y de humedad.