Humedades, patologías de origen físico en fachadas

Humedades por filtración

Se dan cuando el agua que procede del exterior del edificio entra a través de los cerramientos de fachada.

Suele ser menos común si se trata de soluciones de fachada ventiladas, ya que este tipo de cerramientos favorecen la "respiración" de la misma y la evacuación del agua a través de la cámara de aire. Por el contrario, es una patología que se da normalmente en aplacados pegados o soluciones de sillería.

Antes de seleccionar una piedra para la solución de fachada proyectada, se debe tener en cuenta el resultado del ensayo de absorción de agua a presión atmosférica (según UNE-EN 13755) del material, que normalmente viene especificado en la ficha técnica de la piedra. Si este valor es superior al 6%, la sujeción de las placas debe realizarse por medio de anclajes mecánicos, dejando una cámara de aire para su correcta ventilación, es decir, la solución ideal es una fachada ventilada.

Además, en este sentido, el correcto dimensionado de las juntas así como su sellado tiene especial relevancia para evitar este tipo de patologías por humedad. En cerramientos exteriores de fachadas se recomienda usar rejuntados de materiales especiales para este fin.

Humedades por filtración

Humedades por capilaridad

Ocurren cuando el agua asciende desde un plano horizontal por los vasos capilares del elemento pétreo, en este caso, de las placas de la fachada.

Para evitar esta patología y tener acotado este fenómeno, es importante realizar un ensayo de absorción de agua por capilaridad a la piedra seleccionada, de manera que si el resultado de este ensayo es elevado (mayor de 4 gr/m2.s0,5) se debe separar la piedra del plano de agua con alguna solución de aislamiento, o bien escoger otra variedad pétrea.

Ascensión capilar por un elemento de fachada

Humedades de obra

Las patologías de este tipo que tienen que ver con las fachadas de piedra, suelen producirse por un exceso de agua en la colocación de las placas, que puede provenir del agua de amasado del mortero de agarre. Este exceso de agua no se evapora correctamente, dando lugar a humedades que, en su proceso de salida hacia el exterior, afloran en forma normalmente de manchas oscuras.

Una fachada ventilada puede ser la solución para evitar este tipo de patologías.

Al igual que en el caso de las humedades por filtración, el correcto dimensionado de las juntas será muy importante, así como el uso de materiales fabricados para este fin.